Si usted padece de alguna adicción o esté relacionado con alguien que así padezca, hay esperanza. Si somos humildes y sinceros, podremos superar nuestras adiciones por medio de la expiación de nuestro Señor Jesucristo. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y Servicios para la Familia SUD establecieron un programa inspirado para ayudarnos superar cualquier adicción. En este programa, Los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos se han adaptado al marco de la doctrina, los principios y las creencias de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para que formen principios claves in nuestra recuperación de adiciones.

Este sitio y blog no constituyen un sitio oficial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o de Servicios para la Familia SUD. Los pensamientos, mensajes, y comentario escritos aquí son los de aquellos que aquí los expresan.

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Todos somos hijos de un amoroso Padre Celestial, Quien conoce a cada uno de nosotros por primer nombre and Quien desea que seamos felices. El no nos ha dejado solos en esta vida tan difícil y llena de problemas y desafíos. El envió a su Hijo Primogénito para ser nuestro Salvador y El ha llamado a profetas modernas y lideres inspirados para guiarnos en Su Iglesia restaurada. Podemos usar la guía escrita con el apoyo de líderes de la Iglesia y de asesores profesionales por personas que han sido adictas y han experimentado el milagro de la recuperación por medio de la expiación de Jesucristo. Al lado derecho se ha puesto una conexión a una copia de la Guía que se encuentra en un sitio de internet de la Iglesia. Al aplicar los principios del Programa Para la Recuperación de Adicciones, podremos invocar el poder de la Expiación y El Señor nos librará de nuestro cautiverio.

Sunday 30 August 2009

Tu Fe Te Ha Salvado, Ve En Paz


Cristo Con un Manto Rojo

En la magnífica pintura de Minerva Teichert, Cristo con un manto rojo, con las marcas de los clavos en las manos y con los brazos abiertos, se muestra en toda Su majestuosidad. Con ternura y compasión dirige Su mirada hacia todos que tratan de llegar hasta Él. Me encanta el simbolismo de nosotros que extendemos nuestros manos para tocar al Salvador.

Deseamos estar cerca del Salvador porque sabemos que Él nos ama y desea envolvernos “para siempre en los brazos de Su amor” (2Nefi 2:15). Su mano puede curar cualquier dolencia, sea espiritual, emocional o física. Él es nuestro Abogado, el Gran Ejemplo, el Buen Pastor y el Redentor. ¿A dónde más podríamos dirigir nuestra mirada, a dónde más podríamos acudir, a dónde más podríamos venir, sino a Jesucristo, “el autor y consumador de la fe”? (Hebreos 12:2).

Él dijo: “Sí, en verdad… si venís a mí, tendréis vida eterna. He aquí, mi brazo de misericordia se extiende hacia vosotros; y a cualquiera que venga, yo lo recibiré” (3 Nefi 9:14). Su promesa nos invita no sólo a extender nuestra mano hacia Él, sino también a dar los importantísimos pasos siguientes: Venir a Él.

Esta doctrina es sumamente motivadora y alentadora. El Mesías extiende Su brazo de misericordia a todos, siempre dispuesto a recibirnos, si es que decidimos venir a Él. Si venimos al Salvador con “íntegro propósito de corazón” (3 Nefi 10:6), sentiremos Su amorosa mano en las formas más personales.

Una Mujer Que Padecía De Flujo de Sangre

En El Nuevo Testamento, una mujer tomó esa decisión y sintió Su poder: “Una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.”

“Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?”

“Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.”

“Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.”

“Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; vé en paz” (Marcos 5:21-34.

Me he preguntado qué habría ocurrido si esa mujer aquejada por el flujo de sangre no hubiese creído en el Salvador lo suficiente como para llevar a cabo el esfuerzo necesario para tocar el borde de Su manto. Entre aquella multitud, me imagino que llegar a estar tan cerca de Él le habrá requerido un gran esfuerzo. No obstante, “no dudando nada” (Santiago 1:6), ella persistió.

De forma similar, debemos demostrar que la fe en el Señor se ha adentrado en nuestro corazón lo suficiente como para motivarnos a actuar. La fe precede el milagro. El relato de la mujer con flujo de sangre nos enseña de uno de los milagros más bonitos de la vida del Señor.

En El Libro de Mormón, el profeta Moroni, hizo la siguiente pregunta, “Por tanto, amados hermanos míos, ¿han cesado los milagros porque Cristo ha subido a los cielos…?” (Moroni 7:27)

Como aquella mujer, los adictos, los enfermos, los pecadores y los que se encuentren lejos del amor del Señor Jesucristo frecuentemente necesitan un milagro en su vida. Yo doy me testimonio que milagros no han cesado hoy en día. Si tengamos fe y extendamos nuestras manos hacia Él, nos recibirá en Sus manos de amor y nos curará de nuestras aflicciones espirituales y físicas. Él es el gran medico.

(Algunas palabras de este mensaje se han tomado del discurso de la hermana Anne C. Pingree en la revista Liahona, Noviembre de 2006).





Sunday 23 August 2009

Sé Humilde; y el Señor tu Dios te Llevará de la Mano

Yo le testifico que todos somos hijos espirituales de un amoroso Padre Celestial. Vivimos con Él antes de venir a esta tierra, y nos prometió que no nos dejaría solos en esta vida. Nuestro hermano mayor, el Señor Jesucristo fue escogido a ser nuestro Salvador para estar con nosotros en los tiempos de temor, depresión, tristeza y soledad.


"No Temas"

Observe el cuadro arriba. Imagínese que es uno de los niños. ¿Tendría usted miedo de cruzar la fuerte corriente de un arroyo? ¿Tendría miedo si el Salvador le tomara la mano?

Este hermoso cuadro se titula: “No Temas”. Los niños del cuadro no sienten temor, pues el Salvador les ayuda a cruzar al otro lado.

El hermano Greg Olsen, el artista que pintó este cuadro, explicó que los niños representan a cada uno de nosotros. “El arroyo representa los momentos de pruebas y de dificultad por los que todos pasamos”, dice él. “Debemos hacer nuestra parte, esforzarnos por dar lo mejor de nosotros y el Salvador nos llevará a salvo al otro lado”.

Cuando tenemos fe en el Señor Jesucristo, entendemos que no estamos solos en nuestra jornada por la vida. Si somos humildes y tenemos fe, podemos saber que el Señor nos llevará de la mano y dará respuesta a nuestras oraciones.

“Sé humilde; y el Señor tu Dios te llevará de la mano y dará respuesta a tus oraciones.” Doctrina Y Convenios 112:10

Si depositamos nuestra fe en Jesucristo, no sentiremos temor.

En una ocasión, mientras Jesús se fue a una montaña a orar, Sus discípulos se fueron en barca por el Mar de Galilea. El viento comenzó a soplar muy fuerte, y las olas eran cada vez más altas. Jesús descendió al mar de noche y caminó por la superficie del agua para llegar hasta el barco. Los discípulos le vieron caminando sobre el agua y se asustaron. Creyeron que era un espíritu, pero Él les dijo: “Yo soy, no temáis”.


“Tened Ánimo, Yo Soy, No Temáis.”

Pedro también quería caminar sobre el agua. Jesús le dijo que caminara hasta Él, así que Pedro salió de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección al Salvador. Como el viento soplaba tan fuerte y las olas eran tan altas, Pedro tuvo miedo y comenzó a hundirse, y clamó a Jesús que le salvara. El Salvador tomó a Pedro de la mano y le preguntó por qué tuvo miedo y no tuvo más fe.

La tormenta cesó cuando Jesús y Pedro llegaron a la barca, y entonces todos los discípulos adoraron al Salvador. Sabían que era el Hijo de Dios. Véase San Mateo 14:22-33.

Mientras Pedro se enfocaba su vista y su fe en el Salvador, pudiera caminar sobre el agua hacia Él. Cuando perdió este enfoco y comenzó de temer la tempestad que le rodeaba, comenzó de hundirse en el agua. Como Pedro, cuando las tempestades de esta vida nos rodean, tenemos que enfocar nuestra vista y fe en el Señor y no en nuestros problemas. Podremos avanzarnos hacia Él y encontrarnos en Sus brazos amorosos.

Élder Jeffrey R. Holland del Quórum de los Doce Apóstoles dijo, “Testifico del amor de Dios y del poder del Señor para calmar la tormenta. Tengamos siempre presente el relato bíblico [de Pedro caminando sobre las aguas] que nos dice que [Cristo] también estaba sobre las agitadas aguas...Únicamente alguien que ha luchado contra esas alarmantes olas tiene el derecho de decirnos a nosotros, al igual que a las aguas: ‘Calla, enmudece’ [Marcos 4:39]. Sólo aquel que ha soportado la adversidad máxima podría tener la justificación para decir en esos momentos: ‘Sed de buen ánimo’ [Juan 16:33]” (“Sumo Sacerdote de los Bienes Venideros”, Liahona, Enero de 2000, pág. 43).

El paso 3 del Programa para la Recuperación de Adicciones es el paso de la decisión. En los primeros dos pasos, tomamos conciencia de lo que no podíamos hacer por nosotros mismos y de lo que necesitábamos que Dios hiciera por nosotros. En el paso 3 tenemos que someter nuestra voluntad a Él, extenderle la mano y entregarle nuestra vida por completo. Es my testimonio y experiencia que Él obra el milagro cuando le invitamos a tomar nuestra mano y formar parte de nuestra vida.






Sunday 26 July 2009

Se Humillaron Hasta Lo Más Profundo de la Humildad

José Smith pida al Padre Celestial en la cárcel de Liberty

El principio clave de Paso 7, La Humildad, es “Pida humildemente a su Padre Celestial que le libre de sus debilidades.

La humildad es necesaria en todos los 12 pasos del Programa Para La Recuperación de Adicciones, pero el Paso 7 la requiere de un modo más explícito. La humildad desarrollada en nuestro corazón durante el Paso 6 hace que nos arrodillemos en el Paso 7 para pedir al Señor que nos libre de nuestras debilidades. Nuestras oraciones humildes deben enfocarse en llegar a ser uno de corazón y mente con Nuestro Padre Celestial y el Señor Jesucristo, tomando cuenta que no tengamos esperanza alguna de salvarnos por nuestros propios esfuerzos, sino sólo por medio del la misericordia y la gracia de Jesucristo. Leamos lo siguiente en El Libro de Mormón.

“Y se humillaron hasta lo más profundo de la humildad y clamaron fuertemente a Dios; si, todo el día clamaban ellos a su Dios para que los librara de sus aflicciones.” Mosíah 21:14.

No se efectuará este cambio dramático dentro de nosotros hasta que permitamos que el Señor lo haga. Tenemos que rendir cada partícula de orgullo and poner todo en los manos del Señor. Muchos participantes en el Programa para la Recuperación de Adicciones vienen a las reuniones de grupo desesperados a causa de las consecuencias de sus adiciones. Están obligados a ser humildes. La humildad que se trata en el Paso 7 tiene una motivación diferente – tiene que ser voluntaria, el resultado de nuestra propia elección de humillarnos.

El pueblo del rey Benjamín ofreció la manera de orar que debemos ofrecer en el Paso 7. Sintieron la paz y el gozo al recibir el Espíritu del Señor y al recibir la remisión de sus pecados:

“Y se habían visto a sí mismos en su proprio estado carnal, aún menos que el polvo de la tierra. Y todos a una voz clamaron, diciendo: ¡Oh, ten misericordia, y aplica la sangre expiatoria de Cristo para que recibamos el perdón de nuestros pecados, y sean purificados nuestros corazones; porque creemos en Jesucristo, el Hijo de Dios, que creó el cielo y la tierra y todas las cosas; el cual bajará entre los hijos de los hombres! Y aconteció que después de que hubieron hablado estas palabras, el Espíritu del Señor descendió sobre ellos, y fueron llenos de gozo, habiendo recibido la remisión de sus pecados, y teniendo paz de conciencia a causa de la gran fe que tenían en Jesucristo que había de venir, según las palabras que el rey Benjamín les había hablado.” Mosíah 4:2-3

La paz y el gozo que llegaron al pueblo del rey Benjamín no nos llegarán instantáneamente como se describe en estos versículos del Libro de Mormón, pero nos requerirá mucha esfuerza, lágrimas, sufrimiento y tiempo suficiente para demostrarle al Señor que verdaderamente nos hayamos humillado.

El Programa Para La Recuperación de Adicciones es en programa de acción. Notemos las instrucciones siguientes del rey Benjamín que nos enseñan las acciones que debemos tomar:

“Creed en Dios; creed que él existe, y que creó todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra; creed que él tiene toda sabiduría y todo poder, tanto en el cielo como en la tierra; creed que el hombre no comprende todas las cosas que el Señor puede comprender.”

“Y además, creed que debéis arrepentiros de vuestros pecados, y abandonarlos, y humillaros ante Dios, y pedid con sinceridad de corazón que él os perdone; y ahora bien, si creéis todas estas cosas, mirad que las hagáis.”

“Y otra vez os digo, según dije antes, que así como habéis llegado al conocimiento de la gloria de Dios, o si habéis sabido de su bondad, y probado su amor, y habéis recibido la remisión de vuestros pecados, lo que ocasiona tan inmenso gozo en vuestras almas, así quisiera que recordaseis y retuvieseis siempre en vuestra memoria la grandeza de Dios, y vuestra propia nulidad, y su bondad y longanimidad para con vosotros, indignas criaturas, y os humillaseis aun en las profundidades de la humildad, invocando el nombre del Señor diariamente, y permaneciendo firmes en la fe de lo que está por venir, que fue anunciado por boca del ángel.”

“Y he aquí, os digo que si hacéis esto, siempre os regocijaréis, y seréis llenos del amor de Dios y siempre retendréis la remisión de vuestros pecados; y aumentaréis en el conocimiento de la gloria de aquel que os creó, o sea, en el conocimiento de lo que es justo y verdadero” (Mosíah 4:9–12).

El Príncipe de Paz


Promesas maravillosas son contenidas en estas escrituras. Les testifico que Nuestro Padre Celestial vive, y que Su Hijo, Jesucristo, vive y desea bendecirles a aquellos que se humillen con Su paz y amor. Él es el Príncipe de Paz.

Sunday 19 July 2009

Cuando Os Halláis al Servicio de Vuestros Semejantes, Sólo Estáis al Servicio de Vuestro Dios

Jesús Lava a los Pies de Sus Apóstoles

El programa para la recuperación y curación de adicciones es un programa espiritual, pero también un programa de acción. El estudio y empleo de los pasos y principios que se encuentran en la guía “Programa Para la Recuperación de Adicciones: Guía Para la Recuperación y Curación de Adicciones”, le asistirá a la restauración de su salud espiritual a través de su reencontrada relación con el Señor. Al mismo tiempo, se cambiará su corazón por orar diariamente y leer diariamente las escrituras, particularmente las del Libro de Mormón, escrituras a que se refieren frecuentemente en la guía.

Otra manera de cambiar nuestros corazones es servirles a nuestros prójimos. El servicio nos ayudará a crecer en la luz del Espíritu, y nos asegura una recuperación de adicciones y la remisión de nuestros pecados.

Para librarse de la adicción, uno debe salir de sí mismo y servir. El deseo de ayudar a otros es una consecuencia del despertar espiritual. Tenemos que amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Pero, ¿Quién es nuestro prójimo?

El Buen Samaritano

Conocemos la parábola, de cómo un hombre de Jerusalén en camino de Jericó cayó en manos de ladrones y fue dejado medio muerto. Cierto sacerdote pasó por el otro lado; ni siquiera un levita se detuvo a ayudarle. Entonces Jesús enseñó: “Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarlos, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.”

Entonces Jesús hizo otra pregunta al intérprete de la ley: “¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?” Y el intérprete de la ley replicó: “El que usó de misericordia con él”. Entonces Jesús dio la última instrucción al intérprete de la ley, y a todo el que haya leído la parábola del Buen Samaritano: “Ve, y haz tú lo mismo” (Lucas 10:25–37).

El Élder M. Russell Ballard del Quórum de Los Doce Apóstoles nos enseña: “Cada vez que leo esta parábola me impresiona su poder y simplicidad. Pero, ¿se han preguntado alguna vez por qué en ese relato el Salvador eligió hacer héroe a un samaritano? En la época de Cristo había mucha antipatía entre judíos y samaritanos. Bajo circunstancias normales, ambos grupos evitaban asociarse unos con otros. Todavía habría sido una parábola buena e instructiva si el hombre que cayó en manos de ladrones hubiera sido rescatado por un hermano judío. El uso deliberado que Él hizo de judíos y samaritanos enseña claramente que todos somos prójimo y que debemos amarnos, estimarnos, respetarnos y servirnos el uno al otro a pesar de nuestras más marcadas diferencias, entre ellas las diferencias religiosas, políticas y culturales.”

Al servirle a nuestro prójimo nos acercamos más a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo Jesucristo. Nos preguntamos ¿Por qué? La respuesta a esta pregunta se encuentra en las palabras del Salvador: “Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mateo 25:40).

El Rey Benjamín Enseña a su Pueblo

En el Libro de Mormón, el rey Benjamín hizo construir una torre para que toda la multitud de su pueblo pudiera oír sus palabras. Desde la torre les enseñó el principio de servicio: “Y he aquí, os digo estas cosas para que aprendáis sabiduría; para que sepáis que cuando os halláis al servicio de vuestros semejantes, sólo estáis al servicio de vuestro Dios” (Mosiah 2:17).

Yo sé que es difícil pensar en los problemas y necesidades de otros cuando estemos sufriendo de pecado y adicción. Pero, es mi testimonio que una de las soluciones más eficaces de nuestros problemas es salir de nosotros mismos y servirle a nuestro prójimo, y a la vez, a Nuestro Señor Jesucristo. Quienquiera que pierda su vida en el servicio al Señor, la encontrará.

Sunday 5 July 2009

El Espíritu Está Dispuesto, Pero La Carne Es Débil

Cuando el Salvador fue al Jardín de Getsemaní a sufrir la amarga agonía antes de la traición y los sufrimientos en la cruz, llevó consigo tres de sus apóstoles. Les dijo Jesús, “Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.” Mateo 26:38

El Salvador oró a Su Padre para recibir fortaleza. En medio de Su agonía, Él volvió a Pedro para enseñarle lo que se requiere de todos aquellos que velaran con Él: “Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, per la carne es débil.” Mateo 26:40-41

El Jardín de Getsemaní

La semana pasada, asistí a una reunión de grupo donde algunos compartieron sus pensamientos sobre lo difícil es tomar el Paso 1, “La Sinceridad: Admita la incapacidad para superar sus adicciones por sí mismo y que ha perdido el control de su vida.” Expresaron el deseo sincero de seguir los pasos del programa, pero no podían avanzar más allá del paso uno porque “el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.”

La base para recuperarse de la adicción debe ser espiritual. El Programa Para La Recuperación de Adicciones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es un programa espiritual y de acción. Esto es lo que hace diferente este programa de AA y otros programas de 12 pasos. El Espíritu está presente en nuestras reuniones de grupo. La Guía dice: “Este es un programa espiritual y de acción. Si cumple estos principios y permite que obren en su vida, asistirá a la restauración de su salud espiritual a través de su reencontrada relación con el Señor. Su Espíritu le ayudará a atisbar sus elecciones de manera más sincera y clara, y sus decisiones estarán en consonancia con los principios del Evangelio.

Porque la carne es débil, debemos aprender a reforzar nuestro espíritu. Así como nuestros cuerpos, nuestros espíritus necesitan sustento diario. Le doy algunas recomendaciones para reforzar nuestros espíritus:

Oración diaria. Ore cada día por la mañana y por la noche, y tenga una oración en su corazón durante todo el día. La oración familiar le traerá el espíritu en su hogar y una le fe de todos miembros de su familia.

Leer las escrituras. Lea algunos versículos de las escrituras cada día, enfocándose en la vida y la expiación de nuestro Señor Jesucristo.
Humíllese ante Dios. Ser humilde es una decisión personal. Tenemos que tornarnos en un niño pequeñito.

El ayuno. El ayuno demuestra que el espíritu es más fuerte que la carne. Al abstenernos de nuestras adicciones es una forma del ayuno.

La oración familiar le traerá el espíritu en su hogar y una le fe de todos miembros de su familia.

El profeta Helamán del Libro de Mormón describe a un pueblo que fortaleció sus espíritus y entregó su corazón a Dios: “No obstante, ayunaron ye oraron frecuentemente, y se volvieron más y más fuertes en su humildad, y más y más firmes en la fe de Cristo; hasta henchir sus almas de gozo y de consolación; sí, hasta la purificación y santificación de sus corazones, santificación que viene de entregar el corazón a Dios.” Helaman 3:35

Yo se que El Señor vive y fortalecerá a nuestros espíritus si nos humillemos, tengamos fe en Él, y le pidamos a Él cada día por ayuda y sostenimiento espiritual. Así como le dijo Jesús a Pedro, tenemos que velar y orar para que no entremos en tentación. Se encuentra una promesa muy bonita en El Libro de Mormón:

“Y si los hombres vienen a mí, les mostraré su debilidad. Doy a los hombres debilidad para que sean humildes; y basta mi gracia a todos los hombres que se humillan ante mí; porque si se humillan ante mí, y tienen fe en mí, entonces haré que las cosas débiles sean fuertes para ellos.” Éter 12:27

Sunday 28 June 2009

Los Sanos No Tienen Necesidad De Médico

“La niña no está muerta, sino duerme.” San Mateo 9:18-19, 23-25

A veces, nosotros pecadores y adictos estamos convencidos de que el Señor está demasiado disgustado para ayudarnos. Pero tenemos la esperanza que el poder de Dios puede restaurar nuestra salud espiritual por completo. Volvámonos a Dios para hallar esperanza in la expiación de Jesucristo.

Aprendemos de esta esperanza al estudiar la vida del Señor Jesucristo en el Nuevo Testamento de la Biblia. Se encontraba el Señor frecuentemente con los enfermos, los pecadores, los pobres, y los rechazados – los enfermos del cuerpo y del espíritu.

Una vez, se sentó Jesús a la mesa en una casa junto con “muchos publicanos y pecadores" que habían venido estar con Jesús y sus discípulos. Cuando los fariseos vieron esto, les dijeron a los discípulos: “¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y los pecadores?”

Al oír esto, Jesús les dijo: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.” San Mateo 9:10-13

Los que sufren de adiciones están enfermos del cuerpo y del espíritu, y necesitan el Gran Médico. Yo le testifico que podamos recibir las tiernas misericordias del Señor en nuestras vidas al grado que aprendamos a esperarlas y que lleguemos a creer que el poder de Dios puede en verdad ayudarnos a recuperarnos.

Nos complazcamos oír las palabras del Elder Boyd K. Packer del Quórum de los Doce Apóstoles, que si regresemos al Señor, no habría “habito, adicción, rebelión, trasgresión, apostasía, ni crimen en los que no [se cumpliera] la promesa de un perdón completo.”

El Gran Médico con los Diez Hombres Leprosos

Yo se que Jesucristo vive y que Él es el Gran Médico con poder para sanarnos y aliviarnos. En las palabras del profeta Alma del Libro de Mormón:

“¿Crees en el poder de Cristo para salvar?...Si crees en la redención de Cristo, tu puedes ser sanado.” Alma : 6,8


Sunday 21 June 2009

Allegaos a Mí y Yo Me Allegaré a Vosotros

El principio clave de Paso 11 del Programa Para La Recuperación De Adicciones es “Válgase de la oración y la meditación para conocer la voluntad del Señor y tener fuerzas para aplicarla en su vida.”

En el Paso 11, concertamos un compromiso para toda la vida de conocer día tras día la voluntad del Señor y tener el poder de llevarla a la práctica. Una de las bendiciones más grandes de la restauración del evangelio en estos últimos días es la certeza que tenemos a un amoroso Padre Celestial quien vive. Él literalmente es el Padre de nuestros espíritus y nos conoce a cada uno por primer nombre. Por medio de la oración y la revelación personal, nuestro Padre Celestial nos comunica con nosotros y nos guía a nuestras vidas. La oración y la meditación son antídotos fuertes contra el temor y la depresión.

Durante el proceso de la recuperación, tenemos que buscar un momento de quietud para estudiar las escrituras y orar. Si aún no lo ha hecho, aparte un momento para orar y meditar, quizás por la mañana, durante el cual pueda poner a Dios en primer lugar, antes que a ninguna otra persona o cosa de ese día. Ore a su Padre Celestial, buscando que el Espíritu le guie. Entonces estudie, valiéndose de las Escrituras y las enseñanzas de los profetas actuales coma guía para su meditación.


El profeta José Smith estudia y medita las escrituras

Una vez concluidos esos preciados momentos de meditación en privado, no deje de orar. La oración silenciosa en lo más recóndito de su corazón y de su mente se convertirá en una manera constante de pensar durante el día y de enfocarse en su despertar espiritual.

“Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu.” 2 Tesalonicenses 5:17-19

Al mantenerse libre de sus adicciones, estará más capacitado para recibir la guía del Espíritu Santo. El Élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles, nos enseño: “El Espíritu Santo no protegerá de ser engañados, pero a fin de recibir esa maravillosa bendición, siempre debemos hacer lo necesario para retener ese Espíritu…Y nunca debemos tomar en nuestro cuerpo ni hacer con él nada que aleje al Espíritu del Señor.”

El Señor respeta su voluntad y su albedrio, y le permite decidir acercarse a Él libremente. Él se acerca a usted cuando usted le invita a hacerlo.

“Allegaos a mí, y yo me allegaré a vosotros; buscadme diligentemente, y me hallaréis; pedid y recibiréis, llamad, y se os abrirá.” Doctrina y Convenios 88:63

En El Libro de Mormón, Alma testificó que el ayuno y la oración aumentaron su capacidad para recibir revelación. La abstinencia de su adición puede considerarse una especie de ayuno.

“He aquí, os digo que el Santo Espíritu de Dios me las hace saber. He aquí, he ayunado y orado muchos días para poder saber estas cosas por mí mismo. Y ahora sé por mi mismo que son verdaderas; porque el Señor Dios me las ha manifestado por su Santo Espíritu; y éste es el espíritu de revelación que está en mí. Alma 5:46

Yo le doy me testimonio que el Señor Jesucristo está listo para ayudarnos. Él está a la puerta, pero tenemos nosotros que abrirla y le permite entrar en nuestras vidas. La oración y la meditación son las llaves que nos permiten abrir la puerta.

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él; y cenaré con él, y él conmigo.” El Apocalipsis 3:20

Sunday 14 June 2009

Línea Sobre Línea, Precepto Tras Precepto

Perdido No Más

La semana pasada, yo asistí a una reunión de grupo del Programa Para La Recuperación de Adicciones y sentí el Espíritu con los misioneros y los adictos reunidos. Al compartir sus experiencias con el grupo, muchos de los adictos en recuperación comentaron que tenían que vivir día por día, y que tenían esperanza para las siguientes 24 horas. Me dio cuenta que el enfoque en el vivir día tras día es un requisito básico de la recuperación de adicciones. En otras palabras, con la ayuda del Señor Jesucristo, la recuperación de adicciones es un milagro gradual que requiere paciencia y disciplina.

Leamos escrituras varias que nos enseñan esta verdad. Por ejemplo, el Profeta Nefi del Libro de Mormón, escribió lo siguiente:

“Pues he aquí, así dice el Señor Dios: Daré a los hijos de los hombres línea por línea, precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí; y benditos son aquellos que escuchan mis preceptos y prestan atención a mis consejos, porque aprenderán sabiduría…” 2 Nefi 28:30. Véanse también, Isaías 28:13 y Doctrina y Convenios 98:12.

Nuestra capacidad para resistir la tentación y arrepentirnos de nuestros pecados se fundamenta en nuestra sumisión diaria a la voluntad del Señor. Esta sumisión al Señor es una doctrina difícil, porque requiere que renovemos nuestra dedicación a Su voluntad al comienzo de cada día, y a veces a cada hora o incluso, de un instante para otro. Pero esta disposición nos brinda la gracia y el poder que nos faculta para hacer aquello que no podríamos hacer por nosotros mismos. Y, como nos prometió el Profeta Nefi, aprenderemos sabiduría.

Como dice en la guía, “Cada día renovamos nuestra entrega al Señor y a Su voluntad. Eso es lo que la mayoría de nosotros expresa cuando dice: “Primero un paso y luego otro”. Hemos decidido dejar atrás nuestra obstinación y nuestro egoísmo, que constituían la base de nuestra adicción, para disfrutar otras 24 horas de la serenidad y la fuerza que se reciben al confiar en el Señor y en Su bondad, Su poder y Su amor.”

En la columna derecha de este blog se encuentran tres “Principios Con Una Promesa.” Estos principios constituyen acciones que nos ayudan en la sumisión diaria a la voluntad del Señor, y en la recuperación de nuestras adicciones. Los principios son los siguientes:

1. La Oración: Tenemos que orar cada mañana y noche y tener una oración en el corazón durante todo el día.

2. El Estudio de Las Escrituras: El estudio de las escrituras, junto con la oración nos traerá la ayuda del Señor en nuestras vidas.

3. Reuniones de Grupo: Debemos asistir tantas reuniones de grupo que sea posible. Estamos allí con problemas comunes, dispuestos a sostener y ayudar el uno al otro.

Le doy my testimonio que estos principios, al hacerlos diariamente, le ayudarán a la restauración de su salud espiritual a través de su reencontrada relación con el Señor. No será fácil, y será acompañada por dolor y padecimiento espiritual y físico. Nunca olvidemos del sufrimiento de nuestro Salvador por nosotros, sufrimiento que le causó que Él, Dios, “sangrara por cada poro y padeciera”.

“Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser auto de eterna salvación para todos los que le obedecen.” Hebreos 4:11

Sunday 7 June 2009

Volverse a Dios y Hallar Esperanza en la Expiación de Jesucristo

Cristo Sana a Los Enfermos de Betesda

Los adictos tienen que percatarse de su impotencia frente a sus adicciones. Desafortunadamente, esta realidad a menudo es acompañada por un sentimiento de desesperanza – que Dios está demasiado disgustado para ayudarles o que se han agotado todos los medios de ayuda.

El principio clave del Paso 2 en la guía, “Programa Para la Recuperación de Adicciones: Guía Para la Recuperación y Curación de Adicciones,” es La Esperanza, “Crea que el poder de Dios puede restaurar su salud espiritual por completo.” Se les brinda a los que sufren de adicción una respuesta que no habían considerado o que habían descartado: volverse a Dios y hallar esperanza en la expiación de Jesucristo.

En el capítulo 32 del Libro de Alma, Alma nos enseña que al empezar a tener esperanza o ejercer fe, solo necesitemos poseer un deseo sincero y creer suficientemente para dar “cabida a una porción de mis palabras.” El utiliza “palabra” para significar la palabra de Dios o la belleza de Su evangelio de redención y expiación, y compara la palabra a una semilla. Todos somos hijos de Dios, independientemente de nuestras circunstancias. Su luz le ilumina a cada alma. Su espíritu nos invita a cada uno a venir a Él y disfrutar de las bendiciones de Su evangelio. Como una semilla, la palabra de Dios “se hincha y brota y empieza a crecer” hasta que llene al corazón con el amor de redención.

Al contestarles a aquellos que habían sido rechazados y echados de sus sinagogas, Alma les dio consuelo con estas palabras:

“Mas he aquí, si desapartáis y aviváis vuestras facultades hasta experimentar con mis palabras, y ejercitáis un poco de fe, sí, aunque no sea más que un deseo de creer, dejad que este deseo obre en vosotros, sí, hasta creer de tal modo que deis cabida a una porción de mis palabras.” Alma 32:27

Así como una semilla necesita tiempo para hincharse, brotarse y empezar a crecer, debamos tener paciencia y permitir que a la palabra de Dios crezca en nuestros corazones y alimentar a su progreso con fe y la oración.

Como dije antes, los adictos pueden sentir que Dios este demasiado disgustado con ellos para ayudarles. Veamos en las escrituras ejemplos varios del amor a la compasión que tenia Jesucristo a los enfermos, los pecadores y los perseguidos. Muchas veces Él fue y sanó a los enfermos quienes los demás se negaron a visitar. En otras ocasiones, les mostró caridad y amor a aquellos que han cometido pecados serios.

La historia de la mujer adúltera es un ejemplo que le puede dar esperanza al pecador. Véase San Juan 8:3-11. Una mañana muy temprano vino Jesús al templo y los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio. Le preguntaron a Jesús si hubiera sido apedreada hasta la muerte a causa de su pecado.
“Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.” Uno por uno los acusadores salieron, “acusados por su conciencia”, hasta que Jesús se quedara solo con la mujer. Se puso de pie Jesús y le dijo a la mujer, “Mujer, ¿donde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?”

Ella dijo, “Ninguno, Señor.” Entonces Jesús le dijo, “Ni yo te condeno; vete, y no peques más.”

Jesús condonó el pecado de la mujer, pero no le condenó a la mujer. Él no la juzgó como persona mala, ni quiso darle una sentencia. El Maestro nos llama a cado uno “Vete, y no peques más.” Con estas palabras sencillas, la benevolencia y misericordia de Cristo se revelan. Yo soy tan agradecido por la ley del arrepentimiento. Yo les doy me testimonio que por medio de la expiación de Jesucristo, nuestros pecados serán perdonados si nos arrepintamos y llenemos nuestros corazones con el amor de Dios.

Sunday 31 May 2009

Yo, El Señor Perdono Los Pecados de Aquellos Que Los Confiesan Ante Mí

El principio clave de Paso 5 en la guía, “Programa Para la Recuperación de Adicciones: Guía Para la Recuperación y Curación de Adicciones,” es La Confesión. Admita la naturaleza exacta de sus errores ante usted mismo, ante su Padre Celestial en el nombre de Jesucristo, ante la debida autoridad del sacerdocio y ante cualquier otra persona.

Quizás sea el Paso 5 uno de los pasos más difíciles de dar en el programa de recuperación de adicciones. Es natural sentir miedo y vacilación al contemplar la desnuda de nuestras almas en la confesión de nuestros pecados. Sin embargo, la paz y el gozo de nuevo entrarán en nuestras vidas por medio de este proceso de purificación y por medio del “milagro de perdón.”

El primer paso en la confesión es confesar nuestros pecados a nuestro Padre Celestial. En Las Doctrina Y Convenios leamos lo siguiente:

“Mas de cierto os digo, que yo, el Señor, perdono los pecados de aquellos que los confiesen ante mí y piden perdón.” Doctrina & Convenios 64:7


Recordemos siempre que nuestro Padre Celestial vive y es literalmente el padre de nuestros espíritus. Nos ama sin condición a cada uno de nosotros y nos conoce por primer nombre. Al confesar nuestros pecados a un Padre Celestial amoroso y cuidadoso empezará el proceso positivo de cambiar nuestras vidas y nos dará la fuerza y el valor necesario de finalmente confesar nuestros pecados a otra persona.

Toda persona tiene el deber de confesar sus pecados al Señor para obtener Su perdón. Las transgresiones más serias deben confesarse a los líderes pertinentes del sacerdocio, por lo general al obispo. Aunque sólo el Señor puede perdonar los pecados, estos líderes del sacerdocio tienen un papel vital en el proceso del arrepentimiento. Nuestros líderes del sacerdocio han sido llamados por Dios y son bendecidos con el discernimiento, amor e inspiración en aconsejar con nosotros. Nuestros líderes del sacerdocio usualmente entienden el proceso de la recuperación de adicciones, nos aconsejarán con la oración y nos ayudarán con paciencia y compasión. Pero tengamos ser humildes, honestos y abiertos con nuestros líderes del sacerdocio.

“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.” Santiago 5:16

Yo les testifico que por medio de la confesión propia y completa de nuestros pecados, recibiremos un conocimiento mayor del amor de Dios para nosotros y el amor y apoyo de mucha gente buena que nos ayudarán. No da valor las siguientes palabras del Presidente Spencer W. Kimball:

“El arrepentimiento no se alcanza mientras uno no desnuda su alma y admite sus acciones sin excusas ni racionalizaciones. Las personas que han escogido encarar el asunto y transformar sus vidas descubren al principio que el arrepentimiento es el camino más duro, pero al probar sus frutos verán que es el sendero infinitamente mas deseable.”

Sunday 24 May 2009

Y Conoceréis la Verdad, y la Verdad os Hará Libres

Dice la guía, “Programa Para la Recuperación de Adicciones: Guía Para la Recuperación y Curación de Adicciones”:

“Si sospecha que padece alguna adicción y siente aunque sólo sea el más pequeño deseo de librarse de ella, le invitamos a unirse a nosotros en el estudio y la aplicación de los principios del Evangelio de Jesucristo que se imparten en esta guía. Le aseguramos que al seguir este camino con un corazón sincero, hallará el poder necesario para superar cualquier adicción. Al aplicar fielmente cada uno de estos doce principios, el Salvador le fortalecerá y “[conocerá] la verdad, y la verdad [le] hará libre.” Juan 8:32. Véase página vi de la guía.

Estudiar las Escrituras y las palabras de los líderes de la Iglesia le ayudará a comenzar su recuperación. Después de cada paso en la guía, se encuentra una sección que se llama “Estudio y Comprensión”. Acompañado por la oración, puede emplear los pasajes de las Escrituras, las citas y las preguntas en esta sección como parte importante de su estudio personal. Se ha puesto espacio para escribir sus pensamientos y contestar personalmente las preguntas.

“Tal vez le asuste la idea de escribir, pero esta actividad constituye una herramienta poderosa para su recuperación. Le dará tiempo para reflexionar; le ayudará a dirigir sus pensamientos; le permitirá ver y entender los asuntos, las ideas y los comportamientos relacionados con su adicción. Al escribir, contará con un registro de sus pensamientos.” Véase página 3 de la guía.

Elder Walter F. González, un líder de la Iglesia, dijo: “Podemos evaluarnos individualmente y determinar qué cosas nos impiden dedicar tiempo a vivir el Evangelio, y entonces nos podemos arrepentir y hacer los ajustes necesarios, de modo tal que tengamos tiempo para aplicar los principios del Evangelio en nuestras vidas. Si lo hacemos, el Señor ha prometido que tendremos un entendimiento mayor de Sus verdades. El Señor declaró: “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo de mi propia cuenta” Juan 7:17). El tomar tiempo en nuestras vidas para aprender, meditar y en especial para practicar los principios del Evangelio nos traerá el gozo y la paz provenientes del Espíritu…escribiendo los principios del Evangelio, no con tinta, sino con el Espíritu Santo; no in tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.”


Yo le testifico que el estudio diario de las escrituras and la medicación sobre ellas con oración sincera cambiarán nuestros corazones. Este cambio de corazón es necesario para vencer la adicción y ser perdonados de nuestros pecados. Tenemos la promesa del Salvador:

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” Ezequiel 36:26

Sunday 17 May 2009

Se Humille Como Este Niño

El programa para la recuperación y curación de adicciones es un programa espiritual, pero también un programa de acción. El estudio y empleo de los pasos y principios que se encuentran en la guía “Programa Para la Recuperación de Adicciones: Guía Para la Recuperación y Curación de Adicciones”, le asistirá a la restauración de su salud espiritual a través de su reencontrada relación con el Señor. Al mismo tiempo, se cambiará su corazón por leer diariamente las escrituras, particularmente las del Libro de Mormón, escrituras a que se refieren frecuentemente en la guía.

Los que han sucedido en recuperarse de sus adicciones testifican que la recuperación era un resultado más propio del Señor que suyo. El Señor obrará el milagro, pero tenemos que invitarle a formar parte de nuestra vida. El Señor nunca nos quitará nuestro albedrío, pero tenemos que decidir depositar nuestra vida en Sus manos y permitir que Él nos cure y nos redima. En otras palabras, la decisión de cambiar nuestras vidas y vencer la adicción debe ser nuestra y no de nuestros padres, nuestras familias o nuestras amistades.

El principio clave de cambiar nuestro corazón es humillarnos. Se enseña este paso en el Libro de Mormón:

“…y en sus corazones también se efectuó un gran cambio, y se humillaron, y pusieron su confianza en el Dios verdadero y viviente.” Alma 5:13

Una de las enseñanzas más claras del Señor Jesucristo de la humildad es que debamos llegar a ser como niños.

“Porque el hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la caída de Adán, y lo será para siempre jamás, a menos que se someta al influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor, y se vuelva como un niño: sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue conveniente imponer sobre él, tal como un niño se somete a su padre.” Mosíah 3:19

Nuestro Señor Jesucristo les amó a los niños. Muchas personas trajeron a sus niños para ser bendecidos por Jesús. Algunos discípulos reprendieron a los que le llevaban a los niños pequeños.

“Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, Y no se los impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo as manos sobre ellos, los bendecía.” San Marcos 10:13-16

En otra ocasión, cuando sus discípulos preguntaron qué clase de hombres habían de ser, Jesús puso a un niño en medio de ellos.

“Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos.” San Mateo 18:2-4

Yo les testifico que la recuperación de adicciones viene por medio del poder de Dios, pero solamente después que hagamos la decisión de buscar Su ayuda. Al llegar a ser humilde como un niño, permitamos que El cambie a nuestros corazones por Su Santo Espíritu.

Sunday 10 May 2009

Se Había Perdido, y es Hallado

"Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó."
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Yo se que nuestro Padre Celestial vive y literalmente es el Padre de nuestros espíritus. El nos ama a cada uno de nosotros y nos conoce por primer nombre. Es imposible mesurar el amor de los padres por sus hijos. No existe otra relación semejante.

Un amoroso Padre Celestial quiere que volvamos a vivir con Él, nuestra Madre Celestial, el Señor Jesucristo y nuestras familias. Como parte esencial de Su “gran plan de felicidad” (Alma 42:8) tengamos que vencer las tentaciones de este mundo y arrepentirnos de nuestros pecados, errores y defectos. Igual que nuestros padres terrenales, Él tiene hijos rebeldes, pero nos ama aun cuando cometemos errores. No deja de amarnos, y nos proporciona una manera de volver Él.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” San Juan 3:16

Durante Su ministerio terrenal, el Salvador demostró un gran amor por cada hijo e hija de Dios, particularmente por aquellos que habían caído. En la parábola del hijo pródigo, el Señor recalca la importancia de tender una mano de ayuda a los que se hayan descarriado o estén perdidos, y la dicha que se siente cuando éstos regresan. No hay en todas nuestras sagradas Escrituras relato más hermoso sobre el perdón que el del hijo pródigo, el cual se encuentra en el capítulo 15 de Lucas. Todos debiéramos leerlo de vez en cuando y meditar sobre él.

“Y cuando [el hijo pródigo] todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.”

“Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo” (Lucas 15:14–21).

Y el padre pidió que se hiciera una gran fiesta y cuando su otro hijo se quejó, él le dijo: “...era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado” (vers. 32).

Nosotros que nos encontremos cargados de pecado, adicción, o depresión somos el hijo pródigo. Es my testimonio que también tenemos a un Padre que nos espera y que está listo para aliviarnos y perdonarnos. Cuando se ha actuado mal y después viene el arrepentimiento, seguido por el perdón, literalmente el ofensor que estaba perdido es hallado y el que estaba muerto revive. ¡Cuán maravillosas son las bendiciones de la misericordia y del perdón!

“Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.” Lucas 15:7

Sunday 3 May 2009

Las Reuniones de Recuperación

“Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.”

Las reuniones para recuperación de adicciones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ayuden a aquellos que deseen recuperarse de alguna adicción. También se les da la bienvenida a los familiares y amigos de aquellos cuyas vidas puedan estar afectadas por la adicción de otra persona.

He tenido la oportunidad de asistir a muchas de estas reuniones de grupo como misionero de este programa inspirado, y creo que son unas de las más espirituales que he visto. Aquí se encuentra El Espíritu de Dios en abundancia. Somos un grupo de hermanos y hermanas que compartimos nuestra experiencia, fe, y esperanza a medida que estudiamos y aplicamos los principios del evangelio correlacionados con los 12 pasos de recuperación. Nuestras reuniones proveen un lugar seguro para compartir con honestidad ya que nos adherimos a los principios de confidencialidad y anonimato, y usamos un lenguaje y comportamiento adecuado para invitar a que el Espíritu este con nosotros.
La guía para la recuperación y curación de adicciones dice, “Tal vez no siempre sea factible participar en un grupo de apoyo o asistir a una reunión de recuperación. Aunque no pueda hacerlo, siempre es posible seguir cada uno de los pasos, con ligeras modificaciones, ayudado por su obispo o un asesor profesional seleccionado cuidadosamente. Cuando le sea posible asistir a una reunión de recuperación, reconocerá su utilidad como mínimo por dos razones. En primer lugar: Porque en esas reuniones estudiará principios específicos del Evangelio que, al vivirlos, le ayudarán a modificar su conducta. En segundo lugar: Estas reuniones constituyen un punto de encuentro con otras personas que desean recuperarse y con las que ya han seguido ese camino, y son una prueba viviente de su eficacia. En las reuniones de recuperación hallará comprensión, esperanza y apoyo.”
Leemos en el segundo capítulo de San Marcos de cuatro amigos que se esforzaron a ayudarle a un amigo paralítico que necesitaba una bendición del Señor. El paralítico no podía ayudarle a sí mismo, y sus amigos no podían acercarse al Salvador a causa de la multitud grande lo siguió.

“Entonces vinieron a el uno trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el techo en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces, el se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.” San Marcos 2:3-5, 11-12.
Doy mi testimonio que milagros de la curación existen hoy en día. He visto milagros de la recuperación y curación de adicciones en las reuniones de grupo del programa para la recuperación de adicciones. Vienen a estas reuniones adictos y amigos y familiares de adictos con mucha fe, buscando al Señor Jesucristo. Hallan al Espíritu, apoyo y esperanza. Yo se que vive El Salvador, y que esté listo para curarnos.

Sunday 26 April 2009

La Naturaleza Verdadera de Dios

"Éste es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo!”

Yo le testifico que nuestro Padre Celestial vive y es un ser perfecto de carne y huesos, y nosotros fuimos creados in Su imagen. Somos literalmente hijos e hijas espirituales de Él, y Él nos conoce personalmente por nombre. Por medio de las doctrinas de la iglesia restaurada, sabemos que todos vivimos juntos como espíritus con El Padre en la preexistencia. Jesucristo fue el primero de los hijos espirituales que nació de un Padre Celestial y una Madre Celestial, y fue lo más fuerte y obediente de todos. Jesucristo se ofreció como Salvador del mundo, con toda gloria al Padre. Por lo tanto, llego a ser “El Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo” (El Apocalipsis 13:8).

Ocurrió por la mañana de un día resplendente en la primavera del año 1820 uno de los acontecimientos más importantes de la historia de este mundo. Dios, El Padre Eterno, y Su Hijo, Jesucristo, le aparecieron al profeta José Smith y les dieron instrucciones concernientes la restauración del Reino de Dios en la tierra en estos últimos días.

En las palabras propias del profeta, “Al reposar sobre mí la luz, vi en el aire arriba de mí a dos Personajes, cuyo fulgor y gloria no admiten descripción. Uno de ellos me habló, llamándome por mi nombre, y dijo, señalando al otro: Éste es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo!”

¡Que consuelo y bendición es saber que podamos comunicarnos personalmente con un Padre amoroso quien vive y nos escucha y nos da respuestas a nuestras oraciones! También, nuestro Señor Jesucristo vive, y por medio de Él, podamos ser rescatados de adicción, pecado y pena de este mundo. Tenemos que enseñarles a nuestros hijos de la naturaleza verdadera de Dios a darles testimonio frecuentemente de estas verdades, siguiendo la admonición de Nefi en el Libro de Mormón:

“Y hablamos de Cristo, no regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo y escribimos según nuestras profecías, para que nuestros hijos sepan a qué fuente han de acudir para la remisión de sus pecados.” (2 Nefi 25:26).

Esforzábamos cada día por mejorar nuestra relación con nuestro Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo, y ser sanados gracias a la expiación del Salvador.

Saturday 25 April 2009

No Os Dejaré Huérfanos

"Las entrañables misericordias del Señor están al alcance de todos nosotros"

Yo creo que en la preexistencia tuvimos un conocimiento claro de las dificultades, problemas y desafíos que experimentaríamos en esta vida. A la vez, comprendimos claramente que esta vida representaba una oportunidad para prepararnos a vivir eternamente con nuestro Padre Celestial, El Señor Jesucristo, y nuestras familias. A pesar de las dificultades que nos esperaron, “alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios.” (Job 38:7)

Es mí testimonio que nuestro Hermano Mayor nos hizo una promesa en la preexistencia muy similar a la que les dio a sus discípulos durante su ministerio terrenal: “No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. La paz os dejo, mí paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” (San Juan 14:18,27)

El élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó sobre el poder de Dios para ayudarle “No debemos subestimar ni pasar por alto el poder de las entrañables misericordias del Señor. La sencillez, la dulzura y la constancia de las entrañables misericordias del Señor serán de mucho provecho para fortalecernos y protegernos en los tiempos difíciles en los que actualmente vivimos y en los que aún viviremos. Cuando parezca que quizás nos encontramos totalmente solos, en verdad somos bendecidos por las entrañables misericordias del Señor que nos fortalecen hasta tener el poder de librarnos.

“Es posible que algunas personas que oigan o lean este mensaje, erróneamente pasen por alto o descarten la idea de tener a su alcance las entrañables misericordias del Señor... Tal vez pensemos equivocadamente que esas bendiciones y esos dones están reservados para otras personas que parecen ser más rectas o que sirven en llamamientos de importancia en la Iglesia. Testifico que las entrañables misericordias del Señor están al alcance de todos nosotros y que el Redentor de Israel está ansioso por conferirnos esos dones.” (“Las entrañables misericordias del Señor”, Liahona, mayo de 2005, págs. 100–101).

Si es humilde y sincero, y acude a Dios y a otras personas en busca de ayuda, podrá superar sus adicciones por medio de la expiación de Jesucristo. Así como muchos se han recuperado, usted también puede hacerlo y disfrutar de todas las bendiciones del Evangelio de Jesucristo.

Sunday 19 April 2009

Se Necesitan La Oración, Fe y Paciencia Para Vencer La Adicción

"Consolaos, porque mañana os libraré del cautiverio"

En capítulo 24 del Libro de Mosiah en El Libro de Mormón, el rey de los Lamanitas le nombró a Amulón, uno de los sacerdotes del rey Noé, ser dueño sobre Alma y su pueblo. Amulón ejerció autoridad sobre ellos, les impuso tareas difíciles y les sujetó a esclavitud. Amulón conocía a Alma y sabía que Alma había sido uno de los sacerdotes del rey Noé, y que era el que creyó en las palabras de Abinadí.

Las aflicciones y sufrimientos del pueblo de Alma fueron tan grandes “que empezaron a clamar fervorosamente a Dios. Pero Amulón les mandó “que cesaran sus clamores, y les puso guardias para vigilarlos, a fin de que al que descubriesen invocando a Dios fuese muerto.” Entonces, Alma y su pueblo cesaron a orar en público y no alzaron la voz al Señor. Realmente fueron cautivos y esclavos.

Alma y su pueblo continuaron orar continuamente en sus corazones y el Señor “entendió los pensamientos de sus corazones. Y aconteció que la voz del Señor vino a ellos en sus aflicciones, diciendo: Alzad vuestras cabezas y animaos, pues se del convenio que habéis hecho conmigo; y yo hare convenio con mi pueblo y lo libraré del cautiverio. Y también aliviaré las cargas que pongan sobre vuestros hombros.”

Y aconteció que las cargas que se imponían sobre Alma y su pueblo fueron aliviadas y el Señor “los fortaleció de modo que pudieron soportar sus cargas con facilidad, y se sometieron alegre y pacientemente a toda la voluntad del Señor. Y sucedió que era tan grande su fe y su paciencia, que la voz del Señor vino a ellos otra vez, diciendo: Consolaos, porque mañana os libraré del cautiverio.”

“Y aconteció que durante la noche Alma y su pueblo juntaron sus rebaños y también parte de su grano; si, toda la noche estuvieron reuniendo sus rebaños. Y en la mañana el Señor hizo que cayera un profundo sueño sobre los lamanitas; si, y todos sus capataces se hallaban profundamente dormidos. Y Alma y su pueblo partieron para el desierto.”

Yo creo que los adictos se encuentren en una situación parecida a Alma y su pueblo. Son cautiverios y esclavos a su adicción y necesitan el alivio y la ayuda del Señor para ser rescatados. Pero antes de ser rescatados, tengan que orar siempre en secreto y en sus corazones y demonstrar mucha fe y paciencia. Yo se que nuestro Señor vive, y que está listo para rescatarnos y librarnos.


Sunday 12 April 2009

Mensaje de Introducción

Yo doy mi testimonio que al seguir los principios del Evangelio de Jesucristo que se ensenan en esta Guía con humildad y con un corazón sincero, hallaremos el poder necesario para superar cualquier adicción. Al aplicar fielmente cada uno de los doce pasos, el Salvador nos fortalecerá y nos librará y conoceremos la verdad.

“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Juan 8:44




Tuesday 7 April 2009


He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo. (Apocalipsis 3:20)