Si usted padece de alguna adicción o esté relacionado con alguien que así padezca, hay esperanza. Si somos humildes y sinceros, podremos superar nuestras adiciones por medio de la expiación de nuestro Señor Jesucristo. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y Servicios para la Familia SUD establecieron un programa inspirado para ayudarnos superar cualquier adicción. En este programa, Los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos se han adaptado al marco de la doctrina, los principios y las creencias de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para que formen principios claves in nuestra recuperación de adiciones.

Este sitio y blog no constituyen un sitio oficial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o de Servicios para la Familia SUD. Los pensamientos, mensajes, y comentario escritos aquí son los de aquellos que aquí los expresan.

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Todos somos hijos de un amoroso Padre Celestial, Quien conoce a cada uno de nosotros por primer nombre and Quien desea que seamos felices. El no nos ha dejado solos en esta vida tan difícil y llena de problemas y desafíos. El envió a su Hijo Primogénito para ser nuestro Salvador y El ha llamado a profetas modernas y lideres inspirados para guiarnos en Su Iglesia restaurada. Podemos usar la guía escrita con el apoyo de líderes de la Iglesia y de asesores profesionales por personas que han sido adictas y han experimentado el milagro de la recuperación por medio de la expiación de Jesucristo. Al lado derecho se ha puesto una conexión a una copia de la Guía que se encuentra en un sitio de internet de la Iglesia. Al aplicar los principios del Programa Para la Recuperación de Adicciones, podremos invocar el poder de la Expiación y El Señor nos librará de nuestro cautiverio.

Sunday, 5 July 2009

El Espíritu Está Dispuesto, Pero La Carne Es Débil

Cuando el Salvador fue al Jardín de Getsemaní a sufrir la amarga agonía antes de la traición y los sufrimientos en la cruz, llevó consigo tres de sus apóstoles. Les dijo Jesús, “Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.” Mateo 26:38

El Salvador oró a Su Padre para recibir fortaleza. En medio de Su agonía, Él volvió a Pedro para enseñarle lo que se requiere de todos aquellos que velaran con Él: “Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, per la carne es débil.” Mateo 26:40-41

El Jardín de Getsemaní

La semana pasada, asistí a una reunión de grupo donde algunos compartieron sus pensamientos sobre lo difícil es tomar el Paso 1, “La Sinceridad: Admita la incapacidad para superar sus adicciones por sí mismo y que ha perdido el control de su vida.” Expresaron el deseo sincero de seguir los pasos del programa, pero no podían avanzar más allá del paso uno porque “el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.”

La base para recuperarse de la adicción debe ser espiritual. El Programa Para La Recuperación de Adicciones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es un programa espiritual y de acción. Esto es lo que hace diferente este programa de AA y otros programas de 12 pasos. El Espíritu está presente en nuestras reuniones de grupo. La Guía dice: “Este es un programa espiritual y de acción. Si cumple estos principios y permite que obren en su vida, asistirá a la restauración de su salud espiritual a través de su reencontrada relación con el Señor. Su Espíritu le ayudará a atisbar sus elecciones de manera más sincera y clara, y sus decisiones estarán en consonancia con los principios del Evangelio.

Porque la carne es débil, debemos aprender a reforzar nuestro espíritu. Así como nuestros cuerpos, nuestros espíritus necesitan sustento diario. Le doy algunas recomendaciones para reforzar nuestros espíritus:

Oración diaria. Ore cada día por la mañana y por la noche, y tenga una oración en su corazón durante todo el día. La oración familiar le traerá el espíritu en su hogar y una le fe de todos miembros de su familia.

Leer las escrituras. Lea algunos versículos de las escrituras cada día, enfocándose en la vida y la expiación de nuestro Señor Jesucristo.
Humíllese ante Dios. Ser humilde es una decisión personal. Tenemos que tornarnos en un niño pequeñito.

El ayuno. El ayuno demuestra que el espíritu es más fuerte que la carne. Al abstenernos de nuestras adicciones es una forma del ayuno.

La oración familiar le traerá el espíritu en su hogar y una le fe de todos miembros de su familia.

El profeta Helamán del Libro de Mormón describe a un pueblo que fortaleció sus espíritus y entregó su corazón a Dios: “No obstante, ayunaron ye oraron frecuentemente, y se volvieron más y más fuertes en su humildad, y más y más firmes en la fe de Cristo; hasta henchir sus almas de gozo y de consolación; sí, hasta la purificación y santificación de sus corazones, santificación que viene de entregar el corazón a Dios.” Helaman 3:35

Yo se que El Señor vive y fortalecerá a nuestros espíritus si nos humillemos, tengamos fe en Él, y le pidamos a Él cada día por ayuda y sostenimiento espiritual. Así como le dijo Jesús a Pedro, tenemos que velar y orar para que no entremos en tentación. Se encuentra una promesa muy bonita en El Libro de Mormón:

“Y si los hombres vienen a mí, les mostraré su debilidad. Doy a los hombres debilidad para que sean humildes; y basta mi gracia a todos los hombres que se humillan ante mí; porque si se humillan ante mí, y tienen fe en mí, entonces haré que las cosas débiles sean fuertes para ellos.” Éter 12:27

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