El Salvador oró a Su Padre para recibir fortaleza. En medio de Su agonía, Él volvió a Pedro para enseñarle lo que se requiere de todos aquellos que velaran con Él: “Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, per la carne es débil.” Mateo 26:40-41
La base para recuperarse de la adicción debe ser espiritual. El Programa Para La Recuperación de Adicciones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es un programa espiritual y de acción. Esto es lo que hace diferente este programa de AA y otros programas de 12 pasos. El Espíritu está presente en nuestras reuniones de grupo. La Guía dice: “Este es un programa espiritual y de acción. Si cumple estos principios y permite que obren en su vida, asistirá a la restauración de su salud espiritual a través de su reencontrada relación con el Señor. Su Espíritu le ayudará a atisbar sus elecciones de manera más sincera y clara, y sus decisiones estarán en consonancia con los principios del Evangelio.
Porque la carne es débil, debemos aprender a reforzar nuestro espíritu. Así como nuestros cuerpos, nuestros espíritus necesitan sustento diario. Le doy algunas recomendaciones para reforzar nuestros espíritus:
Oración diaria. Ore cada día por la mañana y por la noche, y tenga una oración en su corazón durante todo el día. La oración familiar le traerá el espíritu en su hogar y una le fe de todos miembros de su familia.
Humíllese ante Dios. Ser humilde es una decisión personal. Tenemos que tornarnos en un niño pequeñito.
La oración familiar le traerá el espíritu en su hogar y una le fe de todos miembros de su familia.
El profeta Helamán del Libro de Mormón describe a un pueblo que fortaleció sus espíritus y entregó su corazón a Dios: “No obstante, ayunaron ye oraron frecuentemente, y se volvieron más y más fuertes en su humildad, y más y más firmes en la fe de Cristo; hasta henchir sus almas de gozo y de consolación; sí, hasta la purificación y santificación de sus corazones, santificación que viene de entregar el corazón a Dios.” Helaman 3:35
Yo se que El Señor vive y fortalecerá a nuestros espíritus si nos humillemos, tengamos fe en Él, y le pidamos a Él cada día por ayuda y sostenimiento espiritual. Así como le dijo Jesús a Pedro, tenemos que velar y orar para que no entremos en tentación. Se encuentra una promesa muy bonita en El Libro de Mormón:
“Y si los hombres vienen a mí, les mostraré su debilidad. Doy a los hombres debilidad para que sean humildes; y basta mi gracia a todos los hombres que se humillan ante mí; porque si se humillan ante mí, y tienen fe en mí, entonces haré que las cosas débiles sean fuertes para ellos.” Éter 12:27
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