Si usted padece de alguna adicción o esté relacionado con alguien que así padezca, hay esperanza. Si somos humildes y sinceros, podremos superar nuestras adiciones por medio de la expiación de nuestro Señor Jesucristo. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y Servicios para la Familia SUD establecieron un programa inspirado para ayudarnos superar cualquier adicción. En este programa, Los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos se han adaptado al marco de la doctrina, los principios y las creencias de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para que formen principios claves in nuestra recuperación de adiciones.

Este sitio y blog no constituyen un sitio oficial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o de Servicios para la Familia SUD. Los pensamientos, mensajes, y comentario escritos aquí son los de aquellos que aquí los expresan.

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Todos somos hijos de un amoroso Padre Celestial, Quien conoce a cada uno de nosotros por primer nombre and Quien desea que seamos felices. El no nos ha dejado solos en esta vida tan difícil y llena de problemas y desafíos. El envió a su Hijo Primogénito para ser nuestro Salvador y El ha llamado a profetas modernas y lideres inspirados para guiarnos en Su Iglesia restaurada. Podemos usar la guía escrita con el apoyo de líderes de la Iglesia y de asesores profesionales por personas que han sido adictas y han experimentado el milagro de la recuperación por medio de la expiación de Jesucristo. Al lado derecho se ha puesto una conexión a una copia de la Guía que se encuentra en un sitio de internet de la Iglesia. Al aplicar los principios del Programa Para la Recuperación de Adicciones, podremos invocar el poder de la Expiación y El Señor nos librará de nuestro cautiverio.

Sunday, 31 May 2009

Yo, El Señor Perdono Los Pecados de Aquellos Que Los Confiesan Ante Mí

El principio clave de Paso 5 en la guía, “Programa Para la Recuperación de Adicciones: Guía Para la Recuperación y Curación de Adicciones,” es La Confesión. Admita la naturaleza exacta de sus errores ante usted mismo, ante su Padre Celestial en el nombre de Jesucristo, ante la debida autoridad del sacerdocio y ante cualquier otra persona.

Quizás sea el Paso 5 uno de los pasos más difíciles de dar en el programa de recuperación de adicciones. Es natural sentir miedo y vacilación al contemplar la desnuda de nuestras almas en la confesión de nuestros pecados. Sin embargo, la paz y el gozo de nuevo entrarán en nuestras vidas por medio de este proceso de purificación y por medio del “milagro de perdón.”

El primer paso en la confesión es confesar nuestros pecados a nuestro Padre Celestial. En Las Doctrina Y Convenios leamos lo siguiente:

“Mas de cierto os digo, que yo, el Señor, perdono los pecados de aquellos que los confiesen ante mí y piden perdón.” Doctrina & Convenios 64:7


Recordemos siempre que nuestro Padre Celestial vive y es literalmente el padre de nuestros espíritus. Nos ama sin condición a cada uno de nosotros y nos conoce por primer nombre. Al confesar nuestros pecados a un Padre Celestial amoroso y cuidadoso empezará el proceso positivo de cambiar nuestras vidas y nos dará la fuerza y el valor necesario de finalmente confesar nuestros pecados a otra persona.

Toda persona tiene el deber de confesar sus pecados al Señor para obtener Su perdón. Las transgresiones más serias deben confesarse a los líderes pertinentes del sacerdocio, por lo general al obispo. Aunque sólo el Señor puede perdonar los pecados, estos líderes del sacerdocio tienen un papel vital en el proceso del arrepentimiento. Nuestros líderes del sacerdocio han sido llamados por Dios y son bendecidos con el discernimiento, amor e inspiración en aconsejar con nosotros. Nuestros líderes del sacerdocio usualmente entienden el proceso de la recuperación de adicciones, nos aconsejarán con la oración y nos ayudarán con paciencia y compasión. Pero tengamos ser humildes, honestos y abiertos con nuestros líderes del sacerdocio.

“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.” Santiago 5:16

Yo les testifico que por medio de la confesión propia y completa de nuestros pecados, recibiremos un conocimiento mayor del amor de Dios para nosotros y el amor y apoyo de mucha gente buena que nos ayudarán. No da valor las siguientes palabras del Presidente Spencer W. Kimball:

“El arrepentimiento no se alcanza mientras uno no desnuda su alma y admite sus acciones sin excusas ni racionalizaciones. Las personas que han escogido encarar el asunto y transformar sus vidas descubren al principio que el arrepentimiento es el camino más duro, pero al probar sus frutos verán que es el sendero infinitamente mas deseable.”

Sunday, 24 May 2009

Y Conoceréis la Verdad, y la Verdad os Hará Libres

Dice la guía, “Programa Para la Recuperación de Adicciones: Guía Para la Recuperación y Curación de Adicciones”:

“Si sospecha que padece alguna adicción y siente aunque sólo sea el más pequeño deseo de librarse de ella, le invitamos a unirse a nosotros en el estudio y la aplicación de los principios del Evangelio de Jesucristo que se imparten en esta guía. Le aseguramos que al seguir este camino con un corazón sincero, hallará el poder necesario para superar cualquier adicción. Al aplicar fielmente cada uno de estos doce principios, el Salvador le fortalecerá y “[conocerá] la verdad, y la verdad [le] hará libre.” Juan 8:32. Véase página vi de la guía.

Estudiar las Escrituras y las palabras de los líderes de la Iglesia le ayudará a comenzar su recuperación. Después de cada paso en la guía, se encuentra una sección que se llama “Estudio y Comprensión”. Acompañado por la oración, puede emplear los pasajes de las Escrituras, las citas y las preguntas en esta sección como parte importante de su estudio personal. Se ha puesto espacio para escribir sus pensamientos y contestar personalmente las preguntas.

“Tal vez le asuste la idea de escribir, pero esta actividad constituye una herramienta poderosa para su recuperación. Le dará tiempo para reflexionar; le ayudará a dirigir sus pensamientos; le permitirá ver y entender los asuntos, las ideas y los comportamientos relacionados con su adicción. Al escribir, contará con un registro de sus pensamientos.” Véase página 3 de la guía.

Elder Walter F. González, un líder de la Iglesia, dijo: “Podemos evaluarnos individualmente y determinar qué cosas nos impiden dedicar tiempo a vivir el Evangelio, y entonces nos podemos arrepentir y hacer los ajustes necesarios, de modo tal que tengamos tiempo para aplicar los principios del Evangelio en nuestras vidas. Si lo hacemos, el Señor ha prometido que tendremos un entendimiento mayor de Sus verdades. El Señor declaró: “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo de mi propia cuenta” Juan 7:17). El tomar tiempo en nuestras vidas para aprender, meditar y en especial para practicar los principios del Evangelio nos traerá el gozo y la paz provenientes del Espíritu…escribiendo los principios del Evangelio, no con tinta, sino con el Espíritu Santo; no in tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.”


Yo le testifico que el estudio diario de las escrituras and la medicación sobre ellas con oración sincera cambiarán nuestros corazones. Este cambio de corazón es necesario para vencer la adicción y ser perdonados de nuestros pecados. Tenemos la promesa del Salvador:

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” Ezequiel 36:26

Sunday, 17 May 2009

Se Humille Como Este Niño

El programa para la recuperación y curación de adicciones es un programa espiritual, pero también un programa de acción. El estudio y empleo de los pasos y principios que se encuentran en la guía “Programa Para la Recuperación de Adicciones: Guía Para la Recuperación y Curación de Adicciones”, le asistirá a la restauración de su salud espiritual a través de su reencontrada relación con el Señor. Al mismo tiempo, se cambiará su corazón por leer diariamente las escrituras, particularmente las del Libro de Mormón, escrituras a que se refieren frecuentemente en la guía.

Los que han sucedido en recuperarse de sus adicciones testifican que la recuperación era un resultado más propio del Señor que suyo. El Señor obrará el milagro, pero tenemos que invitarle a formar parte de nuestra vida. El Señor nunca nos quitará nuestro albedrío, pero tenemos que decidir depositar nuestra vida en Sus manos y permitir que Él nos cure y nos redima. En otras palabras, la decisión de cambiar nuestras vidas y vencer la adicción debe ser nuestra y no de nuestros padres, nuestras familias o nuestras amistades.

El principio clave de cambiar nuestro corazón es humillarnos. Se enseña este paso en el Libro de Mormón:

“…y en sus corazones también se efectuó un gran cambio, y se humillaron, y pusieron su confianza en el Dios verdadero y viviente.” Alma 5:13

Una de las enseñanzas más claras del Señor Jesucristo de la humildad es que debamos llegar a ser como niños.

“Porque el hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la caída de Adán, y lo será para siempre jamás, a menos que se someta al influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor, y se vuelva como un niño: sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue conveniente imponer sobre él, tal como un niño se somete a su padre.” Mosíah 3:19

Nuestro Señor Jesucristo les amó a los niños. Muchas personas trajeron a sus niños para ser bendecidos por Jesús. Algunos discípulos reprendieron a los que le llevaban a los niños pequeños.

“Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, Y no se los impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo as manos sobre ellos, los bendecía.” San Marcos 10:13-16

En otra ocasión, cuando sus discípulos preguntaron qué clase de hombres habían de ser, Jesús puso a un niño en medio de ellos.

“Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos.” San Mateo 18:2-4

Yo les testifico que la recuperación de adicciones viene por medio del poder de Dios, pero solamente después que hagamos la decisión de buscar Su ayuda. Al llegar a ser humilde como un niño, permitamos que El cambie a nuestros corazones por Su Santo Espíritu.

Sunday, 10 May 2009

Se Había Perdido, y es Hallado

"Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó."
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Yo se que nuestro Padre Celestial vive y literalmente es el Padre de nuestros espíritus. El nos ama a cada uno de nosotros y nos conoce por primer nombre. Es imposible mesurar el amor de los padres por sus hijos. No existe otra relación semejante.

Un amoroso Padre Celestial quiere que volvamos a vivir con Él, nuestra Madre Celestial, el Señor Jesucristo y nuestras familias. Como parte esencial de Su “gran plan de felicidad” (Alma 42:8) tengamos que vencer las tentaciones de este mundo y arrepentirnos de nuestros pecados, errores y defectos. Igual que nuestros padres terrenales, Él tiene hijos rebeldes, pero nos ama aun cuando cometemos errores. No deja de amarnos, y nos proporciona una manera de volver Él.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” San Juan 3:16

Durante Su ministerio terrenal, el Salvador demostró un gran amor por cada hijo e hija de Dios, particularmente por aquellos que habían caído. En la parábola del hijo pródigo, el Señor recalca la importancia de tender una mano de ayuda a los que se hayan descarriado o estén perdidos, y la dicha que se siente cuando éstos regresan. No hay en todas nuestras sagradas Escrituras relato más hermoso sobre el perdón que el del hijo pródigo, el cual se encuentra en el capítulo 15 de Lucas. Todos debiéramos leerlo de vez en cuando y meditar sobre él.

“Y cuando [el hijo pródigo] todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.”

“Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo” (Lucas 15:14–21).

Y el padre pidió que se hiciera una gran fiesta y cuando su otro hijo se quejó, él le dijo: “...era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado” (vers. 32).

Nosotros que nos encontremos cargados de pecado, adicción, o depresión somos el hijo pródigo. Es my testimonio que también tenemos a un Padre que nos espera y que está listo para aliviarnos y perdonarnos. Cuando se ha actuado mal y después viene el arrepentimiento, seguido por el perdón, literalmente el ofensor que estaba perdido es hallado y el que estaba muerto revive. ¡Cuán maravillosas son las bendiciones de la misericordia y del perdón!

“Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.” Lucas 15:7

Sunday, 3 May 2009

Las Reuniones de Recuperación

“Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.”

Las reuniones para recuperación de adicciones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ayuden a aquellos que deseen recuperarse de alguna adicción. También se les da la bienvenida a los familiares y amigos de aquellos cuyas vidas puedan estar afectadas por la adicción de otra persona.

He tenido la oportunidad de asistir a muchas de estas reuniones de grupo como misionero de este programa inspirado, y creo que son unas de las más espirituales que he visto. Aquí se encuentra El Espíritu de Dios en abundancia. Somos un grupo de hermanos y hermanas que compartimos nuestra experiencia, fe, y esperanza a medida que estudiamos y aplicamos los principios del evangelio correlacionados con los 12 pasos de recuperación. Nuestras reuniones proveen un lugar seguro para compartir con honestidad ya que nos adherimos a los principios de confidencialidad y anonimato, y usamos un lenguaje y comportamiento adecuado para invitar a que el Espíritu este con nosotros.
La guía para la recuperación y curación de adicciones dice, “Tal vez no siempre sea factible participar en un grupo de apoyo o asistir a una reunión de recuperación. Aunque no pueda hacerlo, siempre es posible seguir cada uno de los pasos, con ligeras modificaciones, ayudado por su obispo o un asesor profesional seleccionado cuidadosamente. Cuando le sea posible asistir a una reunión de recuperación, reconocerá su utilidad como mínimo por dos razones. En primer lugar: Porque en esas reuniones estudiará principios específicos del Evangelio que, al vivirlos, le ayudarán a modificar su conducta. En segundo lugar: Estas reuniones constituyen un punto de encuentro con otras personas que desean recuperarse y con las que ya han seguido ese camino, y son una prueba viviente de su eficacia. En las reuniones de recuperación hallará comprensión, esperanza y apoyo.”
Leemos en el segundo capítulo de San Marcos de cuatro amigos que se esforzaron a ayudarle a un amigo paralítico que necesitaba una bendición del Señor. El paralítico no podía ayudarle a sí mismo, y sus amigos no podían acercarse al Salvador a causa de la multitud grande lo siguió.

“Entonces vinieron a el uno trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el techo en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces, el se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.” San Marcos 2:3-5, 11-12.
Doy mi testimonio que milagros de la curación existen hoy en día. He visto milagros de la recuperación y curación de adicciones en las reuniones de grupo del programa para la recuperación de adicciones. Vienen a estas reuniones adictos y amigos y familiares de adictos con mucha fe, buscando al Señor Jesucristo. Hallan al Espíritu, apoyo y esperanza. Yo se que vive El Salvador, y que esté listo para curarnos.