Los que han sucedido en recuperarse de sus adicciones testifican que la recuperación era un resultado más propio del Señor que suyo. El Señor obrará el milagro, pero tenemos que invitarle a formar parte de nuestra vida. El Señor nunca nos quitará nuestro albedrío, pero tenemos que decidir depositar nuestra vida en Sus manos y permitir que Él nos cure y nos redima. En otras palabras, la decisión de cambiar nuestras vidas y vencer la adicción debe ser nuestra y no de nuestros padres, nuestras familias o nuestras amistades.
El principio clave de cambiar nuestro corazón es humillarnos. Se enseña este paso en el Libro de Mormón:
“…y en sus corazones también se efectuó un gran cambio, y se humillaron, y pusieron su confianza en el Dios verdadero y viviente.” Alma 5:13
Una de las enseñanzas más claras del Señor Jesucristo de la humildad es que debamos llegar a ser como niños.
“Porque el hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la caída de Adán, y lo será para siempre jamás, a menos que se someta al influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor, y se vuelva como un niño: sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue conveniente imponer sobre él, tal como un niño se somete a su padre.” Mosíah 3:19
Nuestro Señor Jesucristo les amó a los niños. Muchas personas trajeron a sus niños para ser bendecidos por Jesús. Algunos discípulos reprendieron a los que le llevaban a los niños pequeños.
“Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, Y no se los impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo as manos sobre ellos, los bendecía.” San Marcos 10:13-16
En otra ocasión, cuando sus discípulos preguntaron qué clase de hombres habían de ser, Jesús puso a un niño en medio de ellos.
“Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos.” San Mateo 18:2-4
Yo les testifico que la recuperación de adicciones viene por medio del poder de Dios, pero solamente después que hagamos la decisión de buscar Su ayuda. Al llegar a ser humilde como un niño, permitamos que El cambie a nuestros corazones por Su Santo Espíritu.
No comments:
Post a Comment